Colaboración de LA SECTA DE LOS PERROS para OHDIOSAS
Esta tarde azuceno la gran crónica de tu cuerpo:
Demostrar que efectivamente el ser es todo.
Pero si el ser es la distancia entre la lámpara y la luz
(tu Mirada un poco dirigida al suelo)
nada justifica llamarlo todo.
No es necesario aprehenderlo.
Ésa es la misma distancia que queda entre el conocimiento y la realidad.
Yo te conocí (en un sentido bíblico)
y queda desde entonces esta cierta claridad
que se asoma a veces en explicaciones geométricas.
Esta tarde la cena azul es crónica del cuerpo:
pasaron por alto las verdades de la mitología,
hay un sentido común que nos hace humanos, demasiado, quizás,
a pesar de la salivación de verte.
Ese es el modo natural en el que intervienen los dioses,
gravando en el sudor sus insoportables presencias.
Orientar la razón es una joya de la vanidad.
He de ser humilde.
Has dejado tu impresión en mis sentidos pero no entiendo nada.
Tiendo, más bien, a aceptar la posibilidad de otras leyendas.
Si la diversidad del mundo se debe a los gigantes que poblaban la tierra,
entonces tu pequeña figura es el axioma
de que el saber es una luz que se distancia del origen, como el calor del fuego.
Esta azucena es el cuerpo de tu crónica:
El olfato es la manera de recuperar la memoria.
Aroma de eternidad, brevemente.
Estabas dura y lo concreto es un ejemplo de la idea.
Dura, tu carne –suave la piel- huele a tradición sin origen.
El relato, entonces, no ambiciona fundar una hoguera.
La crónica participa del sabor y la sensación tibia del instante
y si hablara de tu sexo sería una forma de expresar el mundo.
El alma es una prenda de la vanidad o no sé.
Ceno:
Comerte lentamente hacia la transformación,
con la misma velocidad de la huida de los siervos de la tierra a la ciudad
(y saber, amarga y dulcemente, que el viaje no es eterno ni invariable).
La historia universal no siempre existió.
La crónica que azuceno en tu cuerpo tiene esplendor, desalojo y asilo.
Esa que abrazo ahora hasta el sudor es un resultado. Estoy hablando solo.
Hambruno:
En los comedores se dice
que las necesidades de los hombres y mujeres de todo el planeta son similares,
como una gran fábrica universal.
Pero el producto de mi sudor es ajeno a ese sentido de la historia.
La astucia de usar mis dedos en público hasta remediar la humedad de tu crónica
era la posibilidad de una historia íntima, que buscaba rincones oscuros
para acabar con el prejuicio iluminista.
Allí, como una lámpara, una especie de azucena con especias.
fotos: acv2, suministrada; foto azuceno, maría de los ángeles pastor
En lenguaje coloquial
ResponderBorrar'Rafa esta pasao'.
"Azecino" es una
muestra de la
absoluta vitalidad
de su poesía.
Sin duda
hace mucho que
Acevedo se ha
instalado en un
lugar privilegiado
de excelencia
creativa.
Ojalá podamos leerlo
más.
Carlos Esteban Cana
mi escritor favorito. lo único que para mí lo mejor es lo desinstalado de su ingenio creativo.
ResponderBorrarsu poemario nuevo Canibalia está a punto de salir a las librerías con Callejón.