miércoles, diciembre 24, 2008

verde sobre rosa
utuado, p.r.










a esta flor le dicen culo de poeta























en el camino una piedra o un espiral

















domingo, diciembre 14, 2008

Bibliografía nominal

Ennombredelpadre, Elnombre. “El nombre que nombras”, El nombre de quien te dejó nombrar, quienes dicen que tienes padre y nombre (como tener madre). El país que te nombra: Los nombradores en ese país que te nombra y que nombra lo que nombras. Nombras el año en que existes y no pones punto a los años porque la historia no ha terminado
--“Los otros nombres nombrados”. Sus nombres que los nombran. (La estructura es la misma pero no los nombres)

Nombrasalosotros, Nombras.

domingo, diciembre 07, 2008

Monocromo

Homenaje a Jorge Luis Borges

Sobre las doradas olas cabrillea en lo alto una maroma engastada de joyas, dice la versión española de un verso de Tu Fu. En la versión francesa las olas son mecidas por una luz dorada y la maroma es una larga cuerda de joyas abundantes. La versión italiana dice que la noche marina se doró de olas rozadas por una soga reverberando entre joyas. En ruso la traducción establece que la luna alumbra las olas del mar y deja ver una extraña figura adornada de joyas. La versión inglesa habla de un oro distante en perpetuo movimiento y de una cuerda hecha de alhajas. El original de Tu Fu, verso dos, Estrellas y luna sobre el Yang Tse, dice: soga con joyas brilla sobre olas doradas.

José Kozer, en Mezcla para dos tiempos
Editorial Aldus, 1999: 142

boca de incendio 
rosa en otoño
no sabemos si era roja y se despintó o si nació así













































viernes, diciembre 05, 2008

lo más difícil de narrar siempre es el presente. Su instan-
taneidad no admite proyecciones, fantasías, desenfoques. 
yo no sé si todo aquello existió porque no sé si existe.
No sé si son ciertas tus manos [aunque sí sé que verosí-
miles] bajo la lluvia, y tus ojos como Polaroids [irrepeti-
bles y mostrando más de lo previsto]. Llorabas. Llovía.
Quién deja a quién si todos andamos diferidos de noso-
tros mismos, dejando atrás lo que entendemos para no
entender lo insoportable: que cada cual es uno y además 
no numerable, que vendrán otras, que vendrán otros,
que asusta pensar hasta qué punto todos somos inter-
cambiables. Sé que no podré olvidar cuanto vi en tus 
ojos: el aire ionizado sobre nuestras cabezas, tus manos
apretadas [no sé exactamente que visión pretendían re-
futar]. Puede que fuera yo quien lloraba, puede que fuera
en mí donde llovía. Puede que aún me estés besando, o 
que aquel martes [por decir un día] jamás haya existido. 

Carne de Píxel
Agustín Fernández Mallo
DVD Poesía, 2008: 13