domingo, noviembre 19, 2006

Me dediqué a morirme

Mire usted: entonces quise darle las gracias a la mata de corojos por haberme salvado y le fui a pasar la mano por el tronco. Y la muy mal agradecida: me agarra la mano y me la llena de espinas que salían ya por el otro lado. Entonces sí que me puse furioso. Pero el dolor era tanto que hasta la furia se me fue pasando y me dediqué a morirme, como dice mi madre que uno siempre se está dedicando.

Reinaldo Arenas, El mundo alucinante

sábado, noviembre 18, 2006

porfirio y su coco

Les presento a Porfirio. ¿Recuerdan lo que alguna vez les dije sobre las tortugas? Pues bien. Siempre he sido un poco cruel con las mascotas, de un modo muy tierno debo señalar. No me las como, por ejemplo. Aunque es lindo observarlas, tenerlas a mi alcance.

Fui hace poco al Chinatown de Chicago y en la vitrina de una tienda de souvenirs, estaba Porfirio encaramao en otro de su especie.

Un niño como un pequeño jugador de sumo era el encargado de las tortugas acuáticas de orejas rojas, mejor conocidas en las élites como Trachemys Scripta Elegans. La abuela del niño no hablaba inglés, y el niño era el intérprete. Le preguntamos que cómo sabíamos si era hembra o macho. La abuela agarró la pecera, miró por debajo a la tortuga y concluyó: Me! Me! Queriéndonos decir, por supuesto, que era hembra.
Mi roommate quería una tortuga (hasta le tenía el nombre seleccionado: Porfirio Díaz, para que tenga una vida muy larga) pero en el pueblo en el que vivimos, a hora y media de Chicago, las tortugas no son legales, o mejor dicho, son ilegales. Faltaba poco para su cumpleaños. Sólo teníamos que cruzar (la tortuga incluida) la frontera estatal en el tren, y atravesar el truculento y emblemático Gary.

Desde entonces, Porfirio es el nuevo compañero de Perpetuo Socorro, el pez betta, que tengo casi amaestrado para que salte y tome la comida de mi dedo, como delfín.
Lo último de Mister Díaz es que en vez de usar su coco como cueva se nos trepa en el coco el contrallao. No sabemos cómo. Nunca lo vemos mientras sube sino que lo mangamos trepao. Aquí la prueba.
Queridos cibernautas,


Llegó la hora de afrontarlo. Tengo un "Popup" instalado en el blog, un okupa, un spam reincidente. Estoy segura que a todos los que entran a la página sin bloquear sus "Pop ups" se les abre la misma ventanita entrometida que a mí. Me rindo. No sé como llegó y menos como sacarla de aquí. He pensado en cambiar de página, desalojar ésta e irme con mis bártulos a otra casa virtual que no esté tomada. No sé ni que tipo de promoción ofrece el "Popup" porque por lo menos mi ordenador lo bloquea a tiempo, pero siempre hace ese pequeño y sútil chasquido, como de popcorn recién explotado que me exaspera. Si alguien sabe cómo eliminarlo de la página, por favor, gracias.

La gerencia