IV.
Sobre el suelo
desnudo
tendiste tus miembros
Telaraña de piel
con pisadas
sedientas
De haber sabido
que, después del hambre,
ventana: jamás
Porque nunca fuiste
nombre
sino puerta
redonda llena
de palabritas
grises
Azulejo de espinas
Fragmento del texto "El encuentro con Amarga", disponible en De Trasmano de la semana del 20 de octubre de 2005.
El encuentro con Amarga
Bello blog, sacudidor, estremecedor como pocos.
ResponderBorrarTe dedico estas líneas:
Milagro
Me susurras,
me estremezco.
Te hablo,
tiritas.
El milagro se consuma.
Sin roces.
Sin piel.
Un beso.
Juan
oiga Mara, me di a la tarea de leerlo en el periodico y de veras q no se de donde sacas tus hisorietas...la amarga resulto con un peculiar aji al fin y al cabo, no? :)
ResponderBorrarslaudos
oye, y dónde está mi Secta, que no me ha llegado? Ya lo decía mi abuela, escribir poesía es "trabajar pa'l inglés" (lo siento, mujer mara-villa, tienes que preguntarle a un Dominican qué quiere decir esa expresión; yo no te lo voy a decir).
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