Por Lupe Arenillas
La belleza del esposo.
Fue la belleza.
Un telefonando en una casa vacía.
Quedan frases para aceptar.
Como en las películas,
todo puede cifrarse en dos o tres cosas
por una cuestión de elegancia y economía:
“Pedís mucho”,
“presionas”,
“otros estarían contentos
pero yo no”,
“la cara que puse cuando
vi el lugar”.
Un corazón en invierno.
La mujer se pinta los ojos,
se pinta los labios,
se ata el pelo frente al espejo.
Besa a Maxim cerca de la boca.
De espaldas marca un número de teléfono
y después, maquillada y trágica,
hace una escena en el restaurante.
Nos miramos cuando agarra al
hombre de las pelotas,
por debajo de la mesa,
furiosa.
Paramos la película, sin tocarnos.
No hace más que repetirme:
“Ellos, ellos están enamorados
en la vida real”
Lupe Arenillas nació en Buenos Aires, Argentina, se crió en la Patagonia y pasó los ’90 en Madrid. Es traductora de inglés. Actualmente hace su doctorado en la Universidad de Notre Dame.
No pude leerlo bien porque tengo arenillas en los ojos. Pero se ve bien.
ResponderBorrarLa imagen no es una propaganda de marlboro verdad?
ResponderBorrarjajajaja.
ResponderBorrarNo
Si la ves a Lupe por ahí
ResponderBorrardecile que todavía tengo a su tortuga
Si la ves a Lupe por ahí
decile que como me lo imaginaba
ella muy anti web
Si la ves a Lupe por ahí
decile que mi juventud la extraña