lunes, noviembre 14, 2005

No conseguirás un autógrafo


Por Sam Merissan, traducción de Rafah Acevedo


Professor Adamski contaba que en el pueblo al oeste de la montaña amarilla los hombres tienen cara de camello, ojos inyectados de sangre y lenguas negras. Ellos quieren invadir a Olin, en donde, en medio de un portentoso palacio de topacio, se le rinde culto al rey. El rey ha muerto hace ciento cuarenta y ocho años pero los filósofos que lo custodian lo tienen bien cuidado. Los guardias eran soldados pero con el paso del tiempo se han hecho sabios en las artes de la sabiduría.

Si al correr del año ´52 te quedabas corto de gasolina y tenías hambre hacías una parada en BBQ Burgers. Al sur de Mount Palomar estaba entonces el telescopio más grande del mundo. George preparaba las hamburguesas más grandes del mundo. En sus ratos libres se conectaba telepáticamente con los venusianos. Ellos les relataban la historia de sus puebos. Al principio George se lo contaba a Mary Kay pero ella se hartó de ¨sus estúpidos cuentos¨ y se marchó con Bill. Una pena porque ahora sería una celebridad rubia al lado de un hombre tan anodino. Decenas de personas cruzan el desierto para escucharlo y entrevistarse con él. Su foto ha estado en los periódicos.

Professor Adamski, where are they? En venus, contesta invariablemente, mientras le da vuelta a la carne y mira que las papas fritas no se quemen. Su delantal tiene extraños signos azarosos de ketchup y mostaza. Se seca el sudor de la frente y acomoda sus espejuelos. Prepara tres hamburguesas con cebolla incluída. ¨Quieren alertarnos sobre el peligro de las bombas atómicas¨. Son pacíficos los venusianos? Bueno, ellos...¨Where is my fucking Coke, you fucking freak?! interrumpía un camionero desconocido.

Los miércoles en la noche (el jueves es su día libre) Professor Adamski y algunos discípulos van al desierto. Miran al cielo y tratan de hacer contacto con las señales del sistema solar. Pero sólo George Adamski logra comunicarse, maldita sea. Harry dejó de beber para estar sobrio el día que llegaran las naves. Después de tantos años su aliento todavía huele a alcohol. Kyle trae su Biblia porque está seguro de que Cristo llegará pronto. Sospecha que el rey en el palacio de Topacio es Él. Jane acude porque está sola en el mundo.

Los jueves, cerca del mediodía, regresan a BBQ Burgers. Ocupan una mesa y George se convierte en Professor Adamski. Relata con lujo de detalles todo lo que los venusianos le han contado. Los tres discípulos todavía despiertos asienten. Yo sabía, dice Harry. Jane está un poco triste porque ahora tiene que esperar al próximo miércoles para que haya algo importante en su vida. Where´s my fucking beer, you fucking freak? Hoy es mi día libre, Frank, contestaba Adamski con frialdad alienígena. Who told you there´s a fucking day off in the fucking life? Cállate, morón blasfemo! se alteraba Kyle, a punto de lanzarle la espesa Biblia en la cabeza a Frank. George, intervenía Harry, deberías escribir un libro.

En junio, cuando el calor llenaba de gotas de sudor la plancha en la que siseaba la carne, George Adamski soltó la espátula grasosa. Se limpió las manos hechas un asco y se marchó. Where´re you going motherfucker!? gritó el dueño del puesto de hamburguesas. El Professor se marchó a casa. A fin de año salió a la calle su primer libro. Su rostro apareció en la televisión. Allí relató sus experiencias y reveló sus secretos: había estado dentro de una nave. Jane sonrió con un dejo de tristeza. No nos había dicho nada, murmuró para sí misma. El miércoles siguiente, luego de la entrevista televisada, Jane fue al desierto. Ella tenía que hacer contacto. Al rato llegó Kyle, con los ojos inyectados de sangre. Había estado llorando. Se saludaron y luego miraron al cielo durante largo rato. Había cientos de estrellas en el firmamento. Miles, quizás.

El viernes una pareja furtiva encontró el cadáver de una mujer en el desierto. No tenía rastros de violencia. Kyle, sin su Biblia, estaba sentado en una esquina de BBQ Burger cuando llegó la policía. Ah, ya llegaron, expresó apacible. Fueron ellos, aclaró.

Por meses nadie supo de Harry. De hecho, aún hoy no se sabe nada. Kyle alegó siempre su inocencia. Estuvo tres semanas en una celda. El sheriff quería acusarlo de asesinato. Tuvo que dejarlo ir. Ahí está de nuevo, en la esquina del puesto. Jane parecía haber muerto de causas naturales pero había pruebas circunstanciales de que...where´s my fucking beer you fucking idiot!?

Un forastero entra al puesto de hamburguesas con un libro. Es el segundo que publica Professor Adamski. Pero él ya no trabaja aquí.

Ilustración Sin título, Héctor Arce Espasas, 2004.

2 comentarios:

  1. Anónimo8:24 a.m.

    Adamski es asesor del alcalde de Lajas...

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  2. Anónimo8:21 p.m.

    Sam, me encantó, en fin mejor que me lleven los venusianos a seguir viviendo con el filo al cuello, si lo haces película llámame,jijiji sole

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