martes, enero 25, 2011





Cactáceas

Esa novedad a esquina y aire de las casas nuevas se esfuma cuando se habita de plantas. Cuando se escogen otras casas para ellas, cuando les preguntas, ¿en dónde quieren vivir, siemprevivas, cactáceas de este reino que aún yo desconozco, ustedes díganme, hacia dónde van con esos pájaros?

Salí a tomar el sol
Me senté al otro lado del estacionamiento a leer poemas de Charles Simic. La casa es de piedra y aún se siente como una persona recién conocida. Leo el poemario Alquimia de Tendajón. Un obsequio de bienvenida. Me miré los dedos y vi que me los había quemado al apagar un incienso que puse para que hubiera más cosas en la casa, más olores. En eso llega mi vecina a quien acabo de conocer hace dos días. Traduzco desde mi casa hasta pasado el medio día. Me sorprendo de la facilidad con que traduzco al ritmo de su música. Ella cocina para los vecinos y escucha música de todo género y canta y la gente la visita y se ríen. Parece una persona feliz.

En estándar
Estoy aprendiendo a conducir estándar en Ciudad de México cloche/primera/acelera/cloche/segunda/acelera/saca cloche/ se apaga/cloche/primera/acelera y así// se me apaga el carro y es como cuando olvido un verso en un poema memorizado que recito en público, se me apaga la voz, y vuelve y sigue el poema como si nada hubiera ocurrido/primera//ahora enciende/

Lunas de Júpiter
El atardecer desde la azotea de un apartamento en el centro con unos amigos. Desde allí vimos aterrizar un helicóptero lleno de policías encapuchados en el techo de un edificio cercano. Quise verlos con el zoom de la cámara. Tomamos algunas fotos con poca definición. Luego alguien intentó encontrar una escena de Koyaanisqatsi que nunca apareció. De regreso, fuimos por el nuevo paseo peatonal de la calle Madero. En el paseo de peatones vimos a un señor que observaba por un telescopio. Te permitía ver a Io, Gamínides, Calisto y Europa junto a Júpiter por 15 pesos.

sábado, enero 08, 2011

:despertar aquí.
vemos el mar a lo lejos y el viento-
que lo mueve todo y nunca es el mismo-
cuenta rumores de olas a los bambuzales.

domingo, diciembre 05, 2010

Los prefijos y la crítica según Pabst y Kamtchowsky

-En los 70’s, en cambio, no había manera de sonar cursi. Podías mandarte que tu objetivo en la vida era ser un poeta maldito, y nadie se te reía en la cara. Ahora es diferente. Nuestra franja etaria se encuentra más evolucionada en sentido estético. Por estético me refiero a la actitud mental espontáneamente crítica hacia los acontecimientos, no meramente a la rastra de la acción ordenada. No sé que cantidad de neuronas entran en juego para configurar un arco de percepción de estas características, pero me parece que implica un operación bastante más compleja que la de “pensarse fuerza constituyente” de algo. Por otra parte, hay que considerar que las condiciones de posibilidad que hacen a una persona “interesante” en un momento determinado responden a una modalidad específica, legible. El derredor siempre te puede dar permiso para ser un pelotudo, pero no todos los permisos son válidos. Quiero decir, adscribir a una ética menos facilitante para el ingreso en la imbecilidad puede ser congelante, su efecto puede percibirse inmovilizador, pero al menos conserva la dignidad de la reflexión y de la autoconciencia. Claro que me refiero a la clase media, a una juventud de clase media más sanamente dada a la introspección.

Kamtchowsky observó que la diferencia tal vez estribara en la distancia entre sufijos y prefijos. Una generación de sufijos, como exhibe la morfología de "conciencia-en-sí" o "conciencia-para-sí", centra su atención en aquello que resulta, que se descuelga a posteriori (la sintaxis no miente) de la conciencia; por el contrario, una generación siguiente que ubica la cuestión de la conciencia en los prejuicios inherentes de su mirada opta por el prefijo, por la característica previa e intrínseca de la misma capacidad de razonamiento (e.g. auto-conciencia).
En Las teorías salvajes de Pola Oloixarac

"No comen niños, construyen ciudades" dice Rita Indiana

Luego el haitiano en la calle que viene a ofrecerle una estatuica de madera, que mejor comprársela que aguantar esa mirada de niño que odia y que le llena a uno el pecho como de miedos, no porque un vecino me dijera que los haitianos se comían a los niños, pues eso lo superé después de que los vi construir la mitad de la ciudad con sus brazos.

Rita Indiana en La estrategia de Chochueca (2003)

martes, noviembre 23, 2010

"Se detiene el Universo" en un poema de José Kozer

Ni los números

alcanzan tal estado de gracia,

irrupción del aire por ejemplo un

moscardón, longitud del agua por

ejemplo la aguja (a ras) al salir

disparada, detenerse (se detiene

el Universo): no hay causa que

los obligue ni obligue a enroscarse

a la pescadilla, gamitar los venados,

mugir las reses: y viceversa.


Fragmento de Utopos de José Kozer.

sábado, noviembre 20, 2010

"Carne los domingos" pide Diane Di Prima

Si me vengo…
Diane Di Prima
Traducción de José Vicente Anaya

Si me vengo a vivir contigo,
¿me prometerías
un pedazo de carne los domingos,
una hojita de azucena
para olerla en la almohada,
un queso en el refrigerador,
un beso de lengua
entre las pesadillas?
Si no es así,
no me vengo contigo.

jueves, noviembre 18, 2010

La fauna según José María Lima

el caracol se duerme un día
y no suena más cuando se duerme el mar
y las hormigas se cansan
y los pájaros voltean la cabeza cuando llueve
y abren el ojo que da al cielo


José María Lima
Fragmento de Sobre mi tumba suena un caracol

viernes, noviembre 12, 2010

Altar a la belleza de la ruina y el fragmento en San Francisco








En San Francisco hay muchos lugares hermosos que me dio gusto conocer pero mi lugar favorito fue posiblemente en la ciudad. Si viviera en esta zona del planeta iría a Radio Habana frecuentemente a tomar sangría, hacer caminitos de dominó cubano y charlar con Víctor, que diseña, cocina y atiende junto con su hermana este pequeño bricolage de altares caseros, referencias, homenajes y sátira. Está habitado por la imaginación, sus muertos, los acentos, la poesía y la buena música.

"Una manera de estar de los humanos" lee Juan Duchesne-Winter

Candada por error, de Mara Pastor, ofrece una secuencia de poemas compuestos de fragmentos alusivos a instancias reversibles de encierro y huida, con escenas fugaces de encuentro y desencuentro con personajes esbozados como amantes, hermanos, amigos, que son testigos de resistencias y revelaciones cotidianas donde aparentemente no ocurre nada pero se sospecha que está sucediendo todo lo que puede suceder. El amor no es un sentimiento sentimental (redundante) aquí, sino una manera de estar de los humanos, de las cosas y de la imaginación que incluye en sus metamorfosis la crueldad y la destrucción. Aquí Mara Pastor propone una palabra liminar, que da paso a su otro lado.

Fragmento del artículo ¡Fuera de lugar!: lista de lectura deseante por Juan Duchesne-Winter
Para seguir leyendo, presione el título del texto.

domingo, octubre 31, 2010

Atarraya en FIL Guayaquil, Ecuador





Cuenta Nicole Cecilia Delgado: "El taller cartonero en la Feria Internacional del Libro de Guayaquil fue todo un éxito. Los participantes confeccionaron sus copias de Sin cabeza (Yarisa Colón), ADN Digital (Yaxky Melchy), LSD (Héctor Hernández Montesinos), Candada por error (Mara Pastor) e Imago (Néstor Barreto). 50 libros de Atarraya Cartonera circulan entre los lectores de la ciudad de Guayaquil".

jueves, septiembre 30, 2010

El baterista que me invitó a Saturno

En estos días escribí un texto para un querido amigo músico, el baterista Henry Cole. Esto me alegra bastante porque Henry es un virtuoso que parece haber llegado de Saturno, como sugiere un artículo recientemente publicado en El Nuevo Día sobre su trayectoria musical. Para describir su personalidad les diría que Henry es perspicaz como el duende de Oberón de Sueño de una noche de verano y sabio como el mejor aprendiz de Yoda el de Star Wars. Quizás por eso el texto es algo así como el sueño de un astronauta que duerme en el alma de una poeta. Comparto acá un fragmento del texto: "Qué el astronauta/ de mi alma/ regrese a cantarte/ como olas eléctricas/ como cigarras solas/ como mameyes fríos/ como muela renaciente". Ahora imaginen un fondo de violines seguido de un masacote épico tropical galáctico. Tengo muchas ganas de escuchar la versión final. Para saber más sobre el trabajo de este músico puertorriqueño del área oeste radicado en el tránsito continuo entre Nueva York y el mundo, los invito a que naveguen estos enlaces:

Su página en MySpace

Su página en Youtube

Un artículo reciente en El Nuevo día, "El baterista que llegó de Saturno"

Red Red Wine

A él no le gustan UB40, el reggae, U2 ni los Beatles.

martes, agosto 31, 2010

Artaud en fragmentos de "El claro Abelardo"

¡Qué cosa más dulce, el coito! Incluso humano, incluso aprovechando el cuerpo de la mujer, ¡qué voluptuosidad seráfica y cercana! El cielo al alcance de la tierra, no tan bello como la tierra. Un paraíso encastrado en sus uñas.
...

Qué claro es el coito, qué claro el pecado. Tan claro. Qué gérmenes, qué dulces esas flores con el sexo extasiado, qué voraces las cabezas del placer, como el placer derrama sus adormideras de sonidos, sus adormideras de día, y de música, al vuelo, como un arrancamiento magnético de aves. El placer forma una música filosa y mística sobre el filo de un sueño afilado. ¡Oh! ¡Ese sueño donde el amor consciente en abrir sus ojos una vez más! Sí, Eloísa, en ti marcho con toda mi filosofía, en ti abandono los ornamentos, y en su lugar te doy los hombres, cuyo espíritu tiembla y resplandece en ti. Qué el espíritu se admire, puesto que la mujer finalmente admira a Abelardo. Deja surgir esa espuma de radiantes y profundas paredes. Los árboles. La vegetación de Atila.

...

Abelardo se cortó las manos. En adelante qué sinfonía iguala ese atroz beso de papel.
porque Mauro/ se iba quedando ciega;/como una uva/entre la niebla/de todos los motivos ornamentales//en la quietud del apagamiento/dos floreros color entero y elemental/Una desolladura/una salamandra que estuvo mirándonos/ gotitas de luz negra/del follaje de una ventana// torcida/ que había recriado una piel de tiempo/ coloquios:/ un diente/ una raedura/ una abeja que entró sin fijarse

Fragmentos sobre Mauro

domingo, agosto 22, 2010

Andén de tren en Chicago




























































Fotagrafié estas libélulas en el Gallup Park, en Ann Arbor, mientras kayakeábamos.

Un día con Leopoldo María Panero

Mientras empaco encuentro joyería rota, música, dibujos. Encontré canciones de Carlos Ann y Bunbury con poemas de Leopoldo María Panero. Creo que Leopoldo se aburrió un poco con los músicos. No lo culpo. Las canciones les quedaron muy bien, pero en la conversación se quedan un poco pasmados, hasta que Leopoldo le dice a Carlos Ann que está pletórico de vida.

mudarme
mudarnos
mudarte
mudarlo
mudarse
mudar ser

miércoles, julio 28, 2010

Si por alguna razón extraña

Si por alguna razón extraña, digamos, después de un mes en el camino danzando de lugar en lugar, digamos, en ruta aleatoriamente morisca y árabe, habiendo ido de Sevilla a Cádiz, de Cádiz a Granada, de Granada a Gibraltar, de Gibraltar a Tanger, a Chefchaouen, a Fez, a Casablanca; si acaso y sin motivo aparente, es decir, digamos, gracias un poco al azar y un poco a algo cercano a lo que tú quieres, desembocas en el centro mismo de Marrakech, sí, en la plaza más grande del África desde que a alguien se le ocurrió llamar plazas a las plazas, no titubees un solo segundo ante el trajín, no pares ante las carrozas ni los caballos que las arrastran, no te intimides ante los mercaderes caminantes ni te dobles por los gritos provenientes de los puestos, no te detengas ante las motos desenfrenadas o los taxis, esos Mercedes Benz blancos del setenta con siete personas a bordo y una haciendo la parada a alta velocidad, no te interiorices, no tropieces encima de las mujeres que hacen tatuajes de jena en dos minutos, no te inmutes ante las luces interminables ni el olor de los puestos de comida, el olor del ámbar en la piel, las esencias, el humo, el regateo, las serpientes encantadas, las llamas de los malabaristas argelinos, las espadas tunecinas, los trajes bereber teñidos del polvo del Sahara Occidental y el Gran Atlas, los cuarenta y cuatro grados de las diez de la noche y el aire quemante que da vueltas, no preguntes cómo es que las burcas negras han sido vestidas todos los días en ese cuadrángulo desde el setecientos después de cristo. Deja que las miles de personas que te rodean te hagan compañía, deja que el canto de la mezquita adormezca tu inquietud. Porque nadie sabe bien a bien qué pasaría si te detienes una sola vez antes de dar el paso para no ser atropellado, pero la probabilidad se inclina a que causes un accidente, un accidente fundamental, el más fundamental de los accidentes desde que a alguien se le ocurrió llamar accidentes a los accidentes; empezarías por tirar a ese motociclista que partía sin más el centro de la plaza en diagonal, a ello le seguiría un caballo caído por su peso incontrolable, ese peso que catapultaría un carruaje haciendo volar a tres tripulantes, cada uno aterrizando sobre las mujeres que tatúan en jena, y ya con éstas mujeres enojadas y el grueso de la gente cayendo al suelo en reacción en cadena (las espadas clavándose en los vientres, las llamas ardiendo en las ropas, las burcas arrebatadas a sus cuerpos, las serpientes rabiosas por el desencanto) todo sería muy claro: de un momento a otro los mercaderes partirían a fundar otras plazas esquivando los miles en el suelo; o más, quizá (como en los más delirantes pronósticos ante el lanzamiento del Gran Colisionador de Hadrones –el más grande acelerador de partículas que ha visto el universo–) por fin el tiempo comience a andar en dirección contraria y veas pasar días años y siglos ante tus ojos impávidos hasta llegar a ese momento en que a alguien se le ocurrió llamar plazas a las plazas; o más, quizá el accidente sea todavía más fundamental y sigas corriendo hacia el origen incierto de todas las cosas y veas la involución del ser humano y de la vida, el África deformándose en la Pangea, la Tierra volviendo a la Nebulosa Protosolar como meteorito estallado, la Vía Láctea fusionándose en una masa aglutinadora de galaxias hasta el pasado primero; o más, ¿qué más si siguieras en este accidente por las eternidades sólo por parar un segundo a permitir, según tu entender errado, el paso de un par de dromedarios? No. Si por alguna razón extraña te encuentras en la plaza Djemaa el Fna de Marrakech, en el corazón del Imperio Marruecos desde su primera dinastía, piérdete en su ritmo como si ninguna de tus cosas estuviera en tus manos nunca más, deja que la plaza gire sobre sí y olvídate de ti, olvídate de todo, haz un gran despojo, deja que los miles, así sin más nada, te hagan compañía. Tanto siempre ha dependido de ello, eso que los griegos solían llamar logos, el orden, el único orden, el del esquema mayor, un orden de extensión universal con el que ni tú, ni yo, ni ningún otro caminante debe interferir jamás. Porque todo lo que ha sucedido y sucederá en Djemaa el Fna es una cosa de suerte y azar que, por más inconcebible que te parezca, no puede acontecer de otro modo.

Texto, Moisés Vaca
Fotos, Moisés Vaca y Mara Pastor



Sevilla


Cádiz


Granada


Gibraltar


Tanger


Chefchaouen


Fez


Casablanca


Marrakech

viernes, junio 25, 2010

Yanke, escribo en el escritorio de mi habitación, el día está soleado y justo hoy me parece que llega el Roble. He escuchado a la cartero. Me han llegado los Infinitos corpúsculos. Qué alegría. Te lo agradezco mucho, querida u.
Creer que la poesía trabaja el ser
como una furia desbocada es descaminante

Diario de un poeta
. Francisco Matos Paoli
Hubo luz que trajo
por hueso una almendra amarga.

Voz que por sonido,
el fleco de la lluvia
cortado por un hacha.

Alma que por cuerpo,
la funda de aire
de una doble espada.

Venas que por sangre,
yel de mirra y retama.

Cuerpo que por alma,
vacío, nada.



Los ángeles mohosos, Rafael Alberti.


Este poema está en uno de mis libros favoritos desde hace muchos años,
especialmente su edición ilustrada con claroscuros.

jueves, junio 24, 2010

Se ensamblan cosas en estos días. Las palabras de agosto. La casa de septiembre. No me doy cuenta de las que atravieso. Sueño con el futuro. Anoche estábamos en Marruecos. Disfruto del trabajo, de las tantas cosas. Disfruto de algunas palabras en mi boca: bisagra, cielo, episteme. Disfruto acercarlas. Resonancias: cuerpo extraño en el ojo mientras corría bicicleta de camino hacia mi trabajo, mal de Moctezuma fuera de geografía. Ayer sentí un terremoto y escuché la sirena de tornados durante una tormenta. Sus relámpagos eran diagonales. Ayer no ladraron los perros durante la tormenta. Sólo nos seguían como el viento del tornado seguía su espiral. Hoy enseñé a Laura a correr bicicleta. Nos ayudó un muchacho que jugaba baloncesto. Nunca había visto el sol tan anaranjado. Como una toronja picada a la mitad.
"Por ahí hay rumores
de que tu eres
la suerte de to's los colores"




De verdad, bonito trabajo el del director de este documental. La experiencia colectiva de Calle 13, multitud en el malecón de la Habana, Cuba. Una de las escenas al comienzo con las olas rompiendo detrás del público. Hermosa. Las voces de la gente. Las tribus urbanas punk adolescentes. Ileana, dramatizada y encorbatándose. Los otros músicos y sus voces.

lunes, junio 21, 2010


















Postal tardía desde Barcelona


Pronto, a disfrutar de tus perspectivas.

Con amor,
Pelos

miércoles, junio 16, 2010

Un amigo me comentó que el color de la tipografía en algunas entradas archivadas no dejaba que se leyeran algunos textos. Esto pasa porque el blog ha tenido muchos colores base y en ese pasado los textos eran legibles. En vez de cambiar el color de las entradas, pensé que era más fácil darle otro color como base. Me gustó el gris.


martes, junio 01, 2010

A name is always the index of an overbalancing of what exists into what can exist, or from the known towards the unknown.

Metapolitics,
Alain Badiou
Me iré quedando solo cuando no haya salidas.
Cuando los trenes murmuren, bajo, un nombre
que no será el mío
porque yo me habré ido
preguntando a cada esquina
por caminos de niebla y plomo.

Fragmento del poema Este frío glacial que me sorprende
José María Lima

lunes, mayo 31, 2010


El pueblo al que iba su grupo de poetas canceló a última hora. Rebeca fue reintegrada a la distribución aleatoria del grupo que me habían asignado. Desde entonces sé que es en la parte no pleneada de los festivales de poesía que ocurren los verdaderos encuentros. Así conocí a Rebeca Yanke (Bilbao, 1978) en México hace tres años y desde entonces nos hemos vuelto a encontrar en tres lugares: Madrid, Ann Arbor y Barcelona.

Su poemario, Infinitos corpúsculos (Colección Puerta del Mar, 2010), acaba de ser publicado en España. Es un libro que compila poemas que había tenido el gusto de leer en el blog donde la también conocida como u minúscula publica regularmente. Incluso en otro momento puse algunos de los poemas que salen en el libro. Rebeca es periodista en el diario español El Mundo y, además de en su blog, escribe en la página cibernética Los Noveles donde pueden encontrar sus Terapias musicales en las que hace entrevistas a escritores.

Me alegra saber que fue gracias a mis plataformas y a mi visita a Madrid que Rebeca llegó a la poesía de Julia de Burgos. Aquí un poema del libro que testimonia el entrecruce de las rutas:

CRECIDA, QUIERO DECIR, PERDIDA
he salido a la hierba esta madrugada,
creo que quería convertirme en brote,
como la poeta julia de burgos,
y olvidarme de todos los hombres.
llevaba una capa prestada y un jersey
gris por todo abrigo, las botas con la
cremallera bajada, los pantalones caídos
y he visto estrellas. si hoy hubo nubes,
¿mañana (cuándo eso sea, por todos los
dioses) hará sol? después subí deprisa
unas escaleras, me desprendí de todo,
bebí agua en desnudez (creo que es lo
que mejor sé hacer) y perdí la respiración,
pero eso que me nombra y enumera me
latía. sigo viva. leo a derrida, blanchot,
deleuze, auge, jesuschrist (esto no forma
parte de la enumeración), ¿alguien tiene
a mano algún poema de Picabia?

Sí, celebro esta publicación porque creo que Rebeca es una escritora increíble (que quiero y admiro, amiga y poeta), pero más me alegro de que el mundo disfrute la rareza poética de su lenguaje. Enhorabuena, Yanke. ¡Fiesta fiesta!
IV.

Intentas cazar olas que te vencen infinitas veces. Olas que te confunden con la arena y te suspenden en agua salada y piedras. Enfrente de un mar, como el de las Costas Normandas, contemplas su caminar de elegante zorra; mientras te muestra sus dientes de espuma blanca. Comienzas a zambullirte.



Este poema es de Erika Almenara (Lima-1978) y está publicado en su libro Reino Cerrado (Santo Oficio, 2006). Actualmente escribe poemas desde una pajarera en Michigan y le canta al amor.

sábado, mayo 29, 2010


reloj y colmillos


intuyes la silueta de la muerte
si te quiebras un colmillo
tratando de cambiar las manecillas


grúas


se había destripado
a los veintidós años

(los pueblos en la cordillera)

una abuela pronta a morir

había olvidado pintar

un volcán se había
derramado en otra isla

tanto mar habíamos visto demasiado mar

años después y seguían las grúas


fantasma triangular

quito todos tus platos de la mesa

eres el zumbido de un monitor
equidistante
ahora a la distancia

frente a un monitor
al que se le ha frisado la pantalla

me miras mientras hablo
escribes mientras te miro a veces

el mal día retratado en los teclados
impide desnudarse

algo se cierra con tanta geografía
entremedio

palabras caninas
adquieren matiz de apodos

los pezones se vuelven lámparas
en la oscuridad sin derechos

no analices los sueños
ciberamémonos unos a otros

mirando al lente
para mirarte a los ojos

un fraude óptico
en la pantalla en la que escribo:

you’ve been place on hold
dice skype, please wait

martes, mayo 25, 2010

Jetlag
fragmento

el deseo o la ventana o la nausea que amerizo me dice desde otra latitud cosas como soy el ángel de todas las azafatas con mis pestañas duermo el miedo de los tripulantes las azafatas iconoclastas erizos sin miedo nostalgia aérea de las viudas negras vacíos de aire los pilotos cansados las azafatas místicas del consumismo que venden tarjetas de llamada que nunca funcionan artefactos de t.v que nunca comprarían son las mártires de las naciones que no existen azafatas jetlags de amor para los viajeros sin audífonos sin tarjeta de crédito sin almohada para vuelo trasatlántico sin asiento en ventana amerizo llevo dentro a una azafata en emergencia y amerizo llevo dentro una avería técnica y amerizo llevo dentro a un piloto trasnochado que se duerme y amerizo llevo dentro a una pasajera que amenaza con explotarse y amerizo amerizo y primero se enfrían motores tragan agua las turbinas dejo de ser zumbido y soy chasquido de olas contra mi alma de metal amerizo y las nubes no me extrañan inmediatamente yo extraño a las nubes inmediatamente extraño a los pasajeros que le temen a la turbulencia y rezan me extraño las nubes las recuerdo turbulentas las nubes no me extrañan porque aquello que atravesé ya no son las nubes las botellas de whiskey salen flotando de las ventanas de primera clase como abejas ahogadas en una piscina de un hotel veo que los tripulantes de primera clase también quieren huir primero morirse primero empujar primero a los de clase turista amerizo y el bip bip bip de la caja negra se desprende como una mosca que se ahoga en la saliva de un oficial incubierto amerizo y engendro el terror de todos los que no saben nadar amerizo y una pasajera sueña con el ruido de una turbina que se apaga

martes, mayo 18, 2010

escuchan estallar
a lo lejos
las gasolineras

hermosos animales
que conversan
el lápiz y el cansancio

pensaba
en estudiantes
como recogiendo
palabras de un derrame petrolero