madrid...felicidad
mi cuerpo suspendido en el aire atraviesa el umbral de la península al amanecer. el sol alumbra en dimensiones desconocidas, cuasi infinitas, un amanecer que no termina, y un ala de avión que se funde en la alfombra de mar y nubes negras.
en el vuelo trasmitieron un documental sobre la inminente extinción de las abejas y me alarmé, para incrementar mi paranoia apocalíptica de estos meses.
mis lecturas resultaron ser las mejores que he hecho en el aire, quizás porque las escogió una experta pensando en los gustos de otra experta. me leí dos de los libros que mi amiga pat le envía a mi también amiga rebeca, "historia(s) del cine" (caja negra editores), poema extenso de godard, una de las mejores propuestas sobre cine, historia y poesia que he leído, y "para acabar con el juicio de dios" (arsenal ediciones), de artaud, tan bizarro y absurdo como siempre el artaud en una propuesta que busca desarticular no solo la idea de dios sino a la potencia americana a través de la escatología característica de su demente poética.
llegué a madrid soñolienta, sin pegar un ojo en todo el viaje, 9 am, hora de madrid y a las 2 am en mi sistema. hace seis años que no venía a españa. acá viví en aquel entonces, y de esta ciudad es mi santo padre, pero nada me preparó para la impresión de verla nuevamente. tras dos meses de intensidad, amistad y laburo en ciudad de méxico, madrid me llenó los ojos de otra ciudad, más limpia, más diversa, más hermosa que nunca. de repente, hasta el aire acondicionado me parece una novedad, como si méxico me hubiera devuelto la inocencia hacia las máquinas. cuando me bajé del metro con las maletas y la vi, lloré. pudo haber sido jetlag pero estoy segura que fue felicidad. una mujer taxista me ayudó con mi equipaje para cuatro meses y me rescató del encandilamiento emocional.
llegué a madrid soñolienta, sin pegar un ojo en todo el viaje, 9 am, hora de madrid y a las 2 am en mi sistema. hace seis años que no venía a españa. acá viví en aquel entonces, y de esta ciudad es mi santo padre, pero nada me preparó para la impresión de verla nuevamente. tras dos meses de intensidad, amistad y laburo en ciudad de méxico, madrid me llenó los ojos de otra ciudad, más limpia, más diversa, más hermosa que nunca. de repente, hasta el aire acondicionado me parece una novedad, como si méxico me hubiera devuelto la inocencia hacia las máquinas. cuando me bajé del metro con las maletas y la vi, lloré. pudo haber sido jetlag pero estoy segura que fue felicidad. una mujer taxista me ayudó con mi equipaje para cuatro meses y me rescató del encandilamiento emocional.
el hotel queda en sol con arenal y cualquiera diría que vine a la playa en vez de a una ciudad. me ducho y me sorprendo de que haya secador para mi flequillo/cerquillo/pollina, desde hace unas fechas mi más narcisa y reciente esclavitud voluntaria. me despiertan besos y más besos, y yo recuerdo por qué llegué hasta acá y a la vez, lo olvido.
ocho horas después, salimos a pasear. todas las personas me parecen novedosas, veraniegas, guapas, cosmopolitas. llevo la falda reversible que me regaló nicole y mis sandalias de gladiadora romana. pido croquetas, queso manchego, calamares fritos. una chica pasa y me parece conocida. "kairiana!", le grito, y en efecto, ella es. kairiana camina por la misma calle de madrid que nosotros, y al mismo tiempo sin yo saberla acá ni ella a mí. kairiana, una de mis actrices puertorriqueñas favoritas, abre la boca, muy grande, y me llama por mi nombre de bautizo "maría de los ángeles!", ese que sólo algunos usan y ella entre esos pocos. ella me habla del mismo grupo editorial que me mencionó hace poco marta, ese que publicó recién a julia de burgos. kairiana me cuenta de un recital este viernes en homenaje a julia y yo me siento tan feliz de estar acá y de que el mundo una vez más sea mi bolsillo.
y pensar que hace dos años, también nos cruzamos en una calle de Salvador de Bahía...
ResponderBorrarkairiana, karina...Aunque yo te digo marita y no María de los Ángeles...
linda tu felicidad, me contagia...
El martes finalmente conocí el Café Mora y a Las poetas del megáfono. El tema, la histeria, bonito tema para un fin de semestre. Además de la agradable sorpresa por la poesía, me encontré con otras dos sorpresas: el Patraca es amigo de Las poetas del megáfono y Mara partió el día de hoy a Madrid, una de mis ciudades preferidas. Así que, saludos desde el otro lado del Atlántico, y hasta algún día…
ResponderBorrarJavier
compárteme por favor un poco de esa estrella. el 10 llego a buenos aires. te quiero.
ResponderBorrarcome churros con chocolate de roca blanca, por favor, y cortate el pelo con bruno en la peluquería de la calle palma.
mara estube deambulando por aqui
ResponderBorrar...
aaa
no pude resistir dejar mi firma aqui
espero pronto conocer madrid yo tmb.
se lee bien aqui contigo