viernes, abril 24, 2009

 José María Lima


aférrate al olvido
recordando tus muertos
acércate a la muerte de tus vivos
atisba por los labios
hasta el diente

veo-caso concreto-
José Maria Lima

Esta semana falleció el poeta José María Lima. Mi más sentido pésame a todos, especialmente a los familiares, sus hijos Yeyo y Rosa Lina Lima, su nieta Mariana Lima, y todos los demás allegados.

Adjunto este homenaje escrito por Yara Liceaga y publicado hoy en el Nuevo Día, antes de conocer sobre el deceso.


Acompaño a todos en el dolor ante esta inmensa pérdida,
Mara


24-ABRIL-2009 | YARA LICEAGA
BUSCAPIÉ
José María
Volvía la cadencia entrecortada de su andar mientras de la mano parecía surgirle un carrito como los que usan los niños para la escuela, repleto de libros. Desde la base hasta el mango, sujetados por la clásica cuerda elástica, descansaban páginas y páginas que pronto regresarían a sus dedos, al confort de su rincón predilecto de lectura.

Eso pasaba cada vez que retornaba a actualizar el préstamo a la biblioteca. Verlo acercarse causaba pavor en los estudiantes asistentes que atendían el área de Circulación, que se dispersaban algunos al depósito, otros al baño, otros a la oficina de la Directora y otros a conversar con el público que ya habían atendido, como si una diminuta gota de detergente depositara una nueva claridad abriendo sobre el agua una aureola de grasa.

En el 1997, todavía los enredos en la tecnologización de los servicios bibliotecarios sufrían graves recaídas, y sólo los libros más recientes estaban entrados al sistema con la novedosa pegatina de barras para el ‘scanner’. No estaba todo al alcance de un click.

Era lógico que tanto libro sólo podía manejarlo la preñá, que podía sentarse y, libro por libro, actualizar en el sistema el préstamo entrando el número de profesor, verificando el status, firmando cada tarjeta y ponchando una fecha nueva de entrega.

No bien entró el número de profesor, la criatura en el vientre de la asistente sintió el fogonazo, registrando patadas y brazadas que podían avisarse sobre la camisa. Lima, José María, revelaba la pantalla.

¿Es usted el de “La sílaba en la piel”? preguntó la criatura a través de los labios de la madre, haciéndola recordar lo difícil que había resultado conseguir en forma de libro aquella filigrana que se convertía en poemario no más acariciarla de mirada. Dibujó un delicado autógrafo sobre el aire: tomó todo lo que era y lo depositó sobre sus ojos, grabando a la dura madera de la memoria un carapacho sobre sus hombros. Guardose humildemente.

Madurando su propia dermis, la criatura reconoció lo que fuera de su propio carapacho de carne y líquido amniótico buscara con intensidad: sin flashes, sin grabadoras, sin presentaciones o conversatorios: la palabra en su forma más pura: el escritor.

La autora es escritora.


Otros enlaces

Acevedo, Rafael. “Quiero pistas, Señora, no sea que me asuste” (Entrevista a José María Lima). San Juan: Claridad. 22-28 de noviembre, 1996: 15-17

Martínez, Jan. “José María Lima, poeta surrealista”. Revista del Instituto de Cultura. San Juan, PR: Enero-Jun 2002: 18-25.

Lima, José María. La sílaba en la piel. Río Piedras: Qease, 1982: 13

http://nicolececilia.blogspot.com/search?q=josé+maría+lima

1 comentario:

  1. Anónimo5:45 a.m.

    chema lima abandonò su cuerpo, para internarse en la savia universal. sus huesos aùn caminan maltrechos por los pasillos de este monte ahora desierto de sus versos. su grito, tembloroso de humo, todavìa resuena en las noches apagadas de su olor. ya sòlo nos resta honrar sus sentidos -el del humor y el del amor- que ojalà no volvamos a abandonar jamàs. perdona, chema, por llegar tan tarde a tu vida y gracias por llegar a tiempo a nuestra resurrecciòn...

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