Qué importa que el cementerio de
viernes, agosto 10, 2007
Cuando la muerte acecha
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Pues...hace mucha diferencia. Los cementerios de Manatí y La Perla están en la franja marítimo terrestre. Ahora mismo hay un proyecto de desarrollo privado para La Perla lo que supone un aumento en el valor de las propiedades luego de la expropiación que se realizará. Si compro rápido y muero en La Perla esa propiedad, como bien sujeto a herencia, valdrá un huevo. Por otro lado, morir en Río Piedras es diferente a morir en New York. O en La Habana. Es una cuestión de glamour. Eso, claro, importa a los que no se mueren. Poco al muerto. Está dicho, la imagen es todo. Y si el vehículo desde el que se emite la palabra, es decir, el aparato mediático o académico determina el valor de lo dicho, el morirse, como performance, y el muerto, como signo, adquieren más valor dependiendo de dónde, y en qué circunstancias se muere.
ResponderBorrarde eso se trata, hace toda la diferencia. dime cómo mueres y te diré quién fuiste. si mueres en la diáspora, en el olvido; o en la diáspora y en el olvido; o en la diáspora, en el olvido y enfermo; o en la diáspora, en el olvido y enferma; o solo enferma, o sola en río piedras, o sola en una acera llena de gente, o enfermo y acompañado.
ResponderBorrargracias por contestar la pregunta, anyway.
y tú desde cuando tienes ese blog? ah? ah? tienes el link de mi blog mal escrito, a propósito.
Sin duda importan las diferencias como anota Ace. Pero las diferencias es el asunto de los vivos, de las culturas. No sé si los modos de morir condicionan irremediable lo que fuimos o si, por ejemplo, diáspora, enfermedad, soledad y muerte son una cadena de analogías. Es más, la cultura parece ser siempre un deseo por lidiar con ella. ¿Culturas de muerte? La de los vivos que desean cancelar o exorcisar su tufo con historias de trascendencias y eternidades. Se han montado tremendos kioskitos con supuestas muertes ejemplares. Habría, creo, que distinguir lo que deja de ser, lo que deja de estar en el trazo de las vidas cuando la muerte muestra su canto, con lo que los vivos imaginan e invierten en torno a ese sign-off inapelable.
ResponderBorrarTambién está el cemeterio marino de Valery que evitaré reproducir.
La muerte es lo que parece ocurrirle siempre a los otros pues cuando nos ocurre no es posible continuar con el discursito de la historia. La muerte importa porque define los sentidos de la vida. La muerte no es su oposición o su negación. Incomprensible y justísima in extremis es con los vivos porque está muerta.
Joseph Roach. Cities of the Dead (New York: Columbia University, 1996)
ResponderBorrarIncreíble recuento y análisis de cómo pensar la muerte,
"the ambivalence associated with the dead must enter into any discussion of the relationship between memory, performance, and substitution" (36)
después de muerto no se puede gozar
ResponderBorrarni gozar ni joder...
ResponderBorrarpero el texto está bien bueno, claro lo escribió una viva y excelente poeta
¿Morir? Los que viven están en espera de ese día, negando o aceptando que es inevitable. ¡Sí! Al acecho está, detrás de cada paso, al frente de nuestros ojos, en cada esquina..., todos los días, cada segundo...
ResponderBorrarSeguro importa más el hecho que lo que significa, tal vez el porqué sea más importante que el cómo y el cuándo mucho más que el dónde pero el quién siempre estará disponible y su importacia será directamente relativa a una de dos formas; observador o protagonista. El último quizás nunca se entere por lo que es muy posible que tampoco le importe pero el primero adjudicará un grado de relevancia que será proporcional a la conexión afectiva que exita entre ambos.
DTB
yo creo que hay diferencia si te tiran o te tiras por que lo segundo remite al narcisismo y la muerte es una cuestion de economia por eso lo dicho de que morir no cuesta nada.
ResponderBorrarparece que la cosa es mas poetica que de accion, tal vez valdria la pena una sesion de espiritismo para escuchar otros puntos de vista
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