Nos enamoramos de la piel, contemplamos invariablemente sobre nosotros la misma piel en forma de carta estelar. Piel, mirada y cartografía sideral. Luego resulta que la piel no corresponde al cuerpo, quien debe responder por la piel y por la mirada. La serpiente de cristal prosigue, se persigue; ha quedado la piel, que es entonces sombra, flecha sobre la sombra, muro que se hunde sobre la espalda soplada. La serpiente de cristal está ya en otra piel y nosotros tardamos en convencernos de que la piel anterior es ya un papel, de que el papel cae con la elegancia con que se frunce la hoja. Cuando esperábamos la hoja verde, aparece la hoja eléctrica, la morada, la hoja que crece en las espaldas o en las sienes como una cabellera vista desde debajo del agua, como un racimo de peces girando sobre un cristal fijísimo, eterno. Después, piel, sangre del humo. Una mano fuerte aprieta, estrangula un limón, define una garganta.
miércoles, noviembre 05, 2014
viernes, octubre 24, 2014
Dos libros nuevos
Arcadian Boutique. Ciudad de México: Punto de Partida, próximamente 2015.
Incluye poemas de mi segundo (El origen, edición de autor) y tercer libro (Candada por error, Atarraya Cartonera) e inéditos, incluyendo la serie Far West, con ilustraciones de Lorraine Rodríguez. También incluye muchos poemas que han salido publicados en los últimos años en el blog y que no estaban en ningún libro.
Sal de magnesio. Cuernavaca: Astrolabio, próximamente 2015.
Es por la sal de magnesio que no escuchamos los sonidos debajo del océano. La sal de magnesio desinflama y cura montón de males. Quise hacer un libro desinflamado, un libro con silencios y distancias como las que produce la sal de magnesio. Además también el libro es un "salir" de magnesio, un salir de una estancia inventada. Este libro tendrá mandalas.
Periódicos
Y de repente mi nombre anda por El país y en la Revista ñ, en Clarín, hablando de Julia y quitándose las alas. :)
Poesía en femenino y Julia de Burgos.
Lo que las redes han vuelto poesía.
Poesía en femenino y Julia de Burgos.
Lo que las redes han vuelto poesía.
Algunas buenas noticias. Estoy colaborando con la revista 80grados. Estas fueron mis primeras dos entregas:
Selección de poemas.
Far West.
La primera es una selección de poemas publicados; la otra, algunos inéditos con ilustraciones de la querida y admirada Lorraine Rodríguez.
jueves, octubre 23, 2014
Chikungunya
La
cuenca de los ojos no soporta la mirada, ala fiebre, ave marina, mosquito de la
destemplanza, no vengas a mí, cáscara amarilla, otra vez, no me cantes
canciones de amor que no puedo bailar, cuenca de mis ojos, los gatos en la cama
se acomodan en la silueta de lo que no ves, este pensar en si hay que regenerar
como rabo de lagartijo.
Los
animales se acumulan, aquella vez, el pajarricidio, esta vez el gato pez vomitó
una lagartija llena de lombrices, hay cuatro animales en esa oración y sólo es
uno, te saco del cuerpo, amor, pero dudo cuando me dices convalece en el jardín
de hierba malas.
No
iré, ahí no se puede sanar, ahí ya no hay fuego, ni volcanes desde la ventana,
ahí ni siquiera estás tú, no estás, murciélago amado, para decirme sana golondrina de la tarde, no me
escribas, palabras de náufrago, mientras se hace otro incendio, cuando ya hemos
quemado hasta el Ajusco, nada quiere la fiebre de los que se desaman.
Hubo
otro calor, después de los relámpagos en la bahía, te hizo expulsar con
salpullido el amor, fiebre que brota reptiles de luz indómita del cuerpo, la
suerte de no ser cuando se desova.
De
niña tardé en pronunciar la palabra murciélago.
domingo, mayo 18, 2014
viernes, mayo 16, 2014
XXIV
Love, we must part now: do not let it be
Calamitous and bitter. In the past
There has been too much moonlight and self-pity:
Let us have done with it: for now at last
Never has sun more boldly paced the sky,
Never were hearts more eager to be free,
To kick down worlds, lash forest; you and I
No longer hold them; we are husks, that see
The grain going forward to a different use.
There is regret. Always, there is regret.
But is better that our lives unloose,
As two tall ships, wind-mastered, wet with light,
Break from an estuary with their courses set,
And waving part, and waving drop from sight.
XXIV
Amor, debemos separarnos: que no sea
terrible ni amargo. En el pasado
hubo demasiada luz de luna y autocompasión;
dejemos que esto se acabe: nunca antes el sol
atravesó el cielo más descaradamente,
nunca los corazones tuvieron más ganas de ser libres,
de echar abajo mundos y talar bosques; tú y yo
ya no los contenemos, somos cáscaras que miran
cómo el grano se emplea para un uso diferente.
Hay arrepentimiento. Siempre hay arrepentimiento.
Pero es mejor que nuestras vidas se desanuden
como dos veleros llevados por el viento, húmedos de luz,
que parten del estuario con sus cursos ya fijados,
y separan las aguas, y se pierden a lo lejos.
Philip Larkin, del libro The North Ship.
Traducción de Bruno Cuneo, Cristóbal Joannon y Enrique Winter, en La cabina invisible.
Love, we must part now: do not let it be
Calamitous and bitter. In the past
There has been too much moonlight and self-pity:
Let us have done with it: for now at last
Never has sun more boldly paced the sky,
Never were hearts more eager to be free,
To kick down worlds, lash forest; you and I
No longer hold them; we are husks, that see
The grain going forward to a different use.
There is regret. Always, there is regret.
But is better that our lives unloose,
As two tall ships, wind-mastered, wet with light,
Break from an estuary with their courses set,
And waving part, and waving drop from sight.
XXIV
Amor, debemos separarnos: que no sea
terrible ni amargo. En el pasado
hubo demasiada luz de luna y autocompasión;
dejemos que esto se acabe: nunca antes el sol
atravesó el cielo más descaradamente,
nunca los corazones tuvieron más ganas de ser libres,
de echar abajo mundos y talar bosques; tú y yo
ya no los contenemos, somos cáscaras que miran
cómo el grano se emplea para un uso diferente.
Hay arrepentimiento. Siempre hay arrepentimiento.
Pero es mejor que nuestras vidas se desanuden
como dos veleros llevados por el viento, húmedos de luz,
que parten del estuario con sus cursos ya fijados,
y separan las aguas, y se pierden a lo lejos.
Philip Larkin, del libro The North Ship.
Traducción de Bruno Cuneo, Cristóbal Joannon y Enrique Winter, en La cabina invisible.
miércoles, abril 02, 2014
Ritos
Nicanor Parra, En Canciones rusas
Cada vez que regreso
A mi país
después de un viaje largo
Lo primero que hago
Es preguntar por los que se murieron:
Todo hombre es un héroe
Por el sencillo hecho de morir
Y los héroes son nuestros maestros
Y en segundo lugar
por los heridos
Sólo después
no antes de cumplir
Este pequeño rito funerario
Me considero con derecho a la vida:
Cierro los ojos para ver mejor
Y canto con rencor
Una canción de comienzos de siglo.
Nicanor Parra, En Canciones rusas
domingo, marzo 09, 2014
“Come, astronomer,/ and tell me your abysses./ That static that smashes/ into our heads every time we mend// a beginning.”In this collection of twenty deceptively complex and intensely imagined poems, Mara Pastor has built a whole universe of post-futuristic melancholy. These poems, despite their brevity, take on the human condition – love and death – in a world of cosmonauts, scientists, space travel, and post-apocalyptic gloom. They are concerned with the fleeting nature of our time here on earth (and in space), our inability to connect with each other, and also with our fate as a species. The poet Noel Black has rendered this work in an American English so natural and fine that it almost feels inevitable. This is the kind of book you keep in your pocket and your head for a very long time.
Portada de Children of Another Hour. Poemas de Mara Pastor. Traducción de Noel Black. Argos Books, Brooklyn, 2014. A la venta AQUI |
domingo, enero 26, 2014
Breve sobre Monstruos de la poesía en el Antiguo Museo de la Poesía Contemporánea
Una
silla verde estilo Acapulco y un póster con una imagen de una rueda de la
fortuna que lee Antiguo Museo de la Poesía Contemporánea señalaban el espacio
donde leerían los “Monstruos
de la poesía”, convocados por el poeta Inti García Santamaría, el 25 de
enero de 2014, en la colonia Narvarte, a las 8 PM.
La
lectura, que contó con la participación de los poetas mexicanos Nadia
Mondragón, Raciel Quirino y Luis Felipe Fabre y de la poeta argentina Valeria
Meiller, comenzó un poco después de las 9 de la noche, cuando el espacio ya
contaba con una audiencia atenta y dispersa por los rincones de la sala del
Antiguo Museo.
La
primera en leer fue la poeta Nadia Mondragón, que leyó unos poemas sobre un
viaje a Turquía. “Alguna vez fui a Turquía”, repetía con voz afable y tranquila
cadencia. La melodía de su poema se enriquecía de la repetición y aliteración
sostenida por la búsqueda de una sensación que conectase canto y trote, hombre
y caballo. Turquía era el viaje de unos niños que cantaban y ella solo podía
escucharlos aunque no los entendiera, decía. Con un atuendo sobrio de lectora minuciosa
y una voz bien entonada, la presencia de Nadia acompasó e inauguró de manera
afortunada la noche de poesía.
Tras
su lectura, le tocó el turno a Raciel Quirino. De su selección quisiera
resaltar el último texto que leyó, un poema largo que narraba un rarísimo viaje
atravesado por la historia “verídica”, enfatizó el poeta, de una mujer que
escribió textos dictados a través de una tabla de ouija por el ente de
Patience, una niña degollada por los pieles rojas. Una casa quemada, la escena frugal de un padre que se aseaba en el baño, la dialéctica fantasmagórica del
dictado y el escriba, la sensibilidad espiritista de la niña transmigrada en la
tabla y el acercamiento anacrónico de la voz de Raciel, con entonación y
presencia algo ocluida, acaso a tono con el lenguaje del inframundo, daban buen
cierre a su lectura.
Entonces
vino Valeria Meiller, que introdujo su texto con la anécdota de haberlo escrito
durante una residencia de escritura en la Patagonia en la que compartió con Inti
y con otros poetas. Allí, rodeados de la Pampa y del final del continente,
hicieron un libro colectivo del que nos leyó su aportación. En su poema,
Valeria conectaba la soledad radical que puede llegar a provocar el campo con la
espacialidad de los hospitales. El poema de Valeria contenía una especie de remedio
contra la agorafobia al combinar el reverso casual de las dinámicas de espacios
salvajes y agonizantes. Las mechas con manteca de un cielo inhóspito, nubes como
habitaciones y definiciones defamiliarizadas, un afán de genealogía extraviada
en el padre que no es, instancias de diálogo y una experimentada presencia
vocal captaron la atención de una audiencia que emitía esos pequeños suspiros o
chasquidos de cuando el poema los ha interpelado y sorprendido gratamente.
La
lectura cerró con la intervención de Luis Felipe Fabre, quién comenzó con una
reflexión, no del todo apologética, sobre por qué no se concibe como un poeta
de poemas sino más bien de glosas a poetas y a críticos de poesía. Su poema
narraba cómo todos los sorjuanistas llegaban tarde o temprano a la conclusión,
ya fuera en una entrada en el cuerpo del texto o en una nota al calce, de que
Sor Juana era un monstruo. Había en su poema un buen equilibrio entre poesía,
humor y crítica irreverente de la crítica, que reafirmaba eso de que el mejor
crítico es el que arriesga con el lenguaje el significado del texto haciéndolo
poema. La toma de Sor Juana como monstruo, fénix improbable, criatura alada y
deshilachada por la crítica glosaba igualmente a otros monstruos, a decir, sus
críticos, que han hecho su pedestal, que han fijado con su lectura y han
querido matar, como gladiadores de un novela de caballería, al dragón dentro de
Sor Juana.
Hubo
en general constancia del poema largo, de la transformación de espacios
inciertos en instancias poéticas, hubo apego al texto y al micrófono y una sana
brevedad expositiva que hace de cualquier lectura de cuatro poetas una
experiencia concisa y fértil. Escuchar por primera vez a estos autores fue una
experiencia grata y provocativa que deja, como rastro, la tarea de seguirlos y
buscarlos en publicaciones y medios digitales. Sus voces heterogéneas y, sin
embargo, acompasadas por el buen nivel de su poesía son buen augurio a mi nueva
etapa de poeta caribeña en el dulce exilio defeño. Termino acotando que el
Antiguo Museo de la Poesía Contemporánea y su curador Inti García Santamaría
prometen un espacio íntimo y doméstico de buena poesía y de exposición monstruosa
durante el 2014. Estén pendientes a las próximas fechas.
Valeria, Raciel, Nadia y Luis. Foto de Inti García Santamaría. |
Suscribirse a:
Entradas (Atom)