viernes, octubre 24, 2014

Dos libros nuevos


Arcadian Boutique. Ciudad de México: Punto de Partida, próximamente 2015.

Incluye poemas de mi segundo (El origen, edición de autor)  y tercer libro (Candada por error, Atarraya Cartonera) e inéditos, incluyendo la serie Far West, con ilustraciones de Lorraine Rodríguez. También incluye muchos poemas que han salido publicados en los últimos años en el blog y que no estaban en ningún libro.

Sal de magnesio. Cuernavaca: Astrolabio, próximamente 2015. 

Es por la sal de magnesio que no escuchamos los sonidos debajo del océano. La sal de magnesio desinflama y cura montón de males. Quise hacer un libro desinflamado, un libro con silencios y distancias como las que produce la sal de magnesio. Además también el libro es un "salir" de magnesio, un salir de una estancia inventada. Este libro tendrá mandalas. 

Periódicos

Y de repente mi nombre anda por El país y en la Revista ñ, en Clarín, hablando de Julia y quitándose las alas. :)

Poesía en femenino y Julia de Burgos.

Lo que las redes han vuelto poesía. 




Algunas buenas noticias. Estoy colaborando con la revista 80grados. Estas fueron mis primeras dos entregas:

Selección de poemas.
Far West.

La primera es una selección de poemas publicados; la otra, algunos inéditos con ilustraciones de la querida y admirada Lorraine Rodríguez.


jueves, octubre 23, 2014

Chikungunya


La cuenca de los ojos no soporta la mirada, ala fiebre, ave marina, mosquito de la destemplanza, no vengas a mí, cáscara amarilla, otra vez, no me cantes canciones de amor que no puedo bailar, cuenca de mis ojos, los gatos en la cama se acomodan en la silueta de lo que no ves, este pensar en si hay que regenerar como rabo de lagartijo.

Los animales se acumulan, aquella vez, el pajarricidio, esta vez el gato pez vomitó una lagartija llena de lombrices, hay cuatro animales en esa oración y sólo es uno, te saco del cuerpo, amor, pero dudo cuando me dices convalece en el jardín de hierba malas.

No iré, ahí no se puede sanar, ahí ya no hay fuego, ni volcanes desde la ventana, ahí ni siquiera estás tú, no estás, murciélago amado, para decirme sana golondrina de la tarde, no me escribas, palabras de náufrago, mientras se hace otro incendio, cuando ya hemos quemado hasta el Ajusco, nada quiere la fiebre de los que se desaman.

Hubo otro calor, después de los relámpagos en la bahía, te hizo expulsar con salpullido el amor, fiebre que brota reptiles de luz indómita del cuerpo, la suerte de no ser cuando se desova.

De niña tardé en pronunciar la palabra murciélago.