Arcadian Boutique
Un montón de muebles viejos,
señoras que usaban corsets,
sus células muertas por todas partes.
Como dormir sobre sus camas.
Aún las sábanas huelen a bálsamo de
tigre.
Unas cuantas lámparas.
Se abre la puerta con algunos pedidos.
Detrás de la casa cuentan que han muerto
varias.
Hay un huerto de sal desamparado
que retoña entre el smog de los coches.
La calle Main. Tan despreocupada de su
importancia.
Con su árbol lleno de luces rojas
anunciando
la Boutique de antigüedades.
A veces las veo por la ventana acercarse
a la puerta.
Son mujeres que tuvieron estos objetos y
vuelven por ellos.
Se cansaron de vivir sin sus armarios.