Entonces en “Candada” estamos frente a un poemario de fragua templada, con aciertos poéticos transparentes, cargado de imágenes y versos que no por aparentemente sencillos resultan fáciles, por el contrario, se nota el oficio como el siguiente verso del poema Mi siglo: “pegada al suelo, persigo/ una naturaleza insospechada/ que canta su réquiem”. Y es así que Mara persigue desde su “encierro”, “clausura” o parqueo de bicicleta “candada” que nos muestra los espacios mínimos donde se estaciona por un instante la poesía de la vida.
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