XXIV
Love, we must part now: do not let it be
Calamitous and bitter. In the past
There has been too much moonlight and self-pity:
Let us have done with it: for now at last
Never has sun more boldly paced the sky,
Never were hearts more eager to be free,
To kick down worlds, lash forest; you and I
No longer hold them; we are husks, that see
The grain going forward to a different use.
There is regret. Always, there is regret.
But is better that our lives unloose,
As two tall ships, wind-mastered, wet with light,
Break from an estuary with their courses set,
And waving part, and waving drop from sight.
XXIV
Amor, debemos separarnos: que no sea
terrible ni amargo. En el pasado
hubo demasiada luz de luna y autocompasión;
dejemos que esto se acabe: nunca antes el sol
atravesó el cielo más descaradamente,
nunca los corazones tuvieron más ganas de ser libres,
de echar abajo mundos y talar bosques; tú y yo
ya no los contenemos, somos cáscaras que miran
cómo el grano se emplea para un uso diferente.
Hay arrepentimiento. Siempre hay arrepentimiento.
Pero es mejor que nuestras vidas se desanuden
como dos veleros llevados por el viento, húmedos de luz,
que parten del estuario con sus cursos ya fijados,
y separan las aguas, y se pierden a lo lejos.
Philip Larkin, del libro The North Ship.
Traducción de Bruno Cuneo, Cristóbal Joannon y Enrique Winter, en La cabina invisible.
Love, we must part now: do not let it be
Calamitous and bitter. In the past
There has been too much moonlight and self-pity:
Let us have done with it: for now at last
Never has sun more boldly paced the sky,
Never were hearts more eager to be free,
To kick down worlds, lash forest; you and I
No longer hold them; we are husks, that see
The grain going forward to a different use.
There is regret. Always, there is regret.
But is better that our lives unloose,
As two tall ships, wind-mastered, wet with light,
Break from an estuary with their courses set,
And waving part, and waving drop from sight.
XXIV
Amor, debemos separarnos: que no sea
terrible ni amargo. En el pasado
hubo demasiada luz de luna y autocompasión;
dejemos que esto se acabe: nunca antes el sol
atravesó el cielo más descaradamente,
nunca los corazones tuvieron más ganas de ser libres,
de echar abajo mundos y talar bosques; tú y yo
ya no los contenemos, somos cáscaras que miran
cómo el grano se emplea para un uso diferente.
Hay arrepentimiento. Siempre hay arrepentimiento.
Pero es mejor que nuestras vidas se desanuden
como dos veleros llevados por el viento, húmedos de luz,
que parten del estuario con sus cursos ya fijados,
y separan las aguas, y se pierden a lo lejos.
Philip Larkin, del libro The North Ship.
Traducción de Bruno Cuneo, Cristóbal Joannon y Enrique Winter, en La cabina invisible.
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